Si nuestra ciudad es referente dentro de Asturias y deja a todo el que nos visita tan buen recuerdo no es solamente por sus playas, por el encanto de Cimadevilla, por su pasado Romano o por los ricos mariscos y pescados que se degustan en sus muchas sidrerías. Si hay algo que engancha y enamora de Gijón son sus gentes. Ese carácter abierto, desenfadado, en muchas ocasiones «grandón» ( como si no) pero ante todo muy muy fiestero.

En Gijón la «Folixa» se escribe con mayúscula, y siendo así todo el que no haya estado en nuestra tierra en Carnaval ya se puede hacer una idea de lo que aquí se vive. De acuerdo que no hemos sido bendecidos con un tiempo tropical, y menos en esta época, pero ni falta que nos hace. En el Antroxu Gijonés no es extraño encontrar alguna hawaiana ( o más bien hawaiano enmascarado) enseñando el ombligo, romanos enseñando pierna y sobre todo mucho baile a la intemperie por muy desapacible que esté el tiempo.

La Fiesta declarada de interés turístico regional, no se ha visto mermada por el paso de los años gracias a ese espíritu carnavalero de los habitantes de la ciudad. Ello se ve respaldado por el propio ayuntamiento  que año tras año desarrolla un programa de festejos para disfrutar la fiesta junto a las charangas y grupos que actúan, desfilan y animan aún más si cabe el ambiente de la ciudad, con sus canciones ocurrentes y sus increíbles disfraces.

Dulces de antroxu artesanos

Y si el Antroxu asturiano se disfruta bailando, no dejemos de darle energía al cuerpo con sus famosos dulces de Carnaval.  Teresitas, «Casadielles» y  Buñuelos que por tradición se llevan preparando en los hogares asturianos desde hace muchos años. Y como no podía ser de otra forma en nuestro obrador estos días son los reyes. Si bien los Buñuelos se pueden encontrar también en nuestra confitería en la festividad de Todos los Santos y las Casadiellas artesanas se venden practicamente durante todo el año, en esta fecha junto las Teresitas  se convierten en los reyes indiscutibles del obrador.

Pues ya sabéis no miréis el tiempo ni la cartera…en Gijón para disfrutar del Antroxu solo hace falta disfraz y ¡¡Azucarrrrr!!