Llega el verano y con él el relax anhelado, con el que por fin podemos dedicar tiempo a cosas que en el periodo escolar y laboral son impensables, esas cosas que cuando las estás haciendo siempre te viene a la cabeza la misma pregunta: ¿ Por qué no hacemos esto más a menudo?. Ay!! si este buen hombre del bar donde tocó el gordo nos hubiera guardado el sobrecito en cuestión…Pero en fin, no nos pongamos moñas que a estas alturas del año no estamos para quejarnos, que como bien dice un anuncio publicitario no hay mejor sensación que la de tener 90 días de verano por delante, y poder hacer todo lo que Septiembre se lo llevó.

Una de estas cosas es el poder desayunar en familia, después de un sueño reparador en el que el despertador no está convocado, juntarse todos alrededor de la mesa con un suculento desayuno compuesto por varias bebidas y varios platos es una autentica gozada para nuestros sentidos, para nuestra salud y para la correcta comunicación familiar.

El desayuno en familia fomenta el hábito del no ayuno ( que no es poco…en España hay mucho Ramadán entre Cristianos)  y le da el papel que le corresponde como comida fundamental en nuestra dieta. Además al hacerlo relajadamente permite que sea completo y nutricionalmente saludable.

El ambiente relajado que las mañanas estivales nos proporcionan son el momento ideal de compartir confesiones, risas, las vivencias del día anterior, y hacer los planes para ese mismo día.

Es importante también no caer en la rutina y variar nuestros desayunos habitualmente, para ello en Confitería San Antonio os ofrecemos una gran variedad de especialidades tanto dulces como saladas, bollería artesana de elaboración diaria y todo ello con las mejores promociones.

Y después de esto no me dirás que no a un buen desayuno??